![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidvUcyRa1ZOdmaWMtaTnxsnu0NfDyBY9gjXbdOJxdmR4vY655Rh9tieeVvlQH2TUKojOEyylMNsm_6j0CAAf2lWLiq1Hsh25aSA2B53b1wA0O96dSrhFI4AJxHqM_vVyVukwc4vJwwUHo/s400/Imagen1170.jpg)
-Quédate aquí, conmigo.- Se sentó frente a un espejo. Con un cepillo intentó en vano poner algo de orden en la maraña de pelo que le caía sobre los hombros. Le faltaba fuerza.
-Déjame- y le quité el cepillo. La peiné en silencio, nuestras miradas encontrándose en el espejo. Mientras lo hacía, Marina asió mi mano con fuerza y la apretó contra su mejilla. Sentí sus lágrimas en mi piel y me faltó valor para preguntarle por qué lloraba.