Así pues, he tenido durante mi vida montones de contactos con montones de gente seria. He vivido mucho en el mundo de los mayores. Los he conocido muy de cerca, y esto no ha contribuido a mejorar mi opinión.
Cuando me encontraba con alguno que me parecía un poco lúcido, le ponía a prueba con mi dibujo, quería saber si de verdad era comprensivo. Pero siempre me contestaba "es un sombrero." Entonces no le hablaba de serpientes, ni de boas, ni de selvas vírgenes, ni de estrellas. Me ponía a su altura. Le hablaba de bridge, de golf, de política y de corbatas. Y la persona mayor quedaba encantada de encontrar a un hombre tan razonable.
Son así, no hay que guardarles rencor.
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