...cuando éste mandato se impone en nuestro interior, ya no debemos dar marcha atrás, aun a costa de perder lo que amamos. Sobre todo lo que amamos. Abandonar lo odioso o indiferente no requiere ningún cambio: abandonar lo que se ama es el duro precio que la vida exige para cambiarse a sí misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario