lejos, muy lejos del suelo,
don't let me fall.

sábado, 19 de mayo de 2012

Cerró los ojos.

No sabía muy bien donde estaba. Se sentó en una de las rocas más grandes, con bordes redondeados. Tenía delante una kilométrica y desierta playa de arena blanca, donde una podía campar a sus anchas, sin ser molestada por nadie. Detrás, montañas, tan altas que daban vértigo. Alguna parecía hacer equilibrios sujetándose de vez en cuando entre los árboles, por si acaso. Allí tampoco había nadie. Lo único que tenía vida alrededor eran aquellos insoportables mosquitos y un par de pájaros, que ya se alejaban. No consiguió distinguir la especie. Puesto que no había nadie decidió pasear, y gritar, sobretodo gritar. Pero no un grito cualquiera, prefería vocear su canción favorita y, a modo de aplausos, las olas hacían su característico sonido.
Le gustaba pensar que podría correr, y no iba a llegar a un destino.
Abrió los ojos.

lunes, 14 de mayo de 2012

curioso elemento el tiempo.

Tenía tantas cosas en las que pensar, que se durmió. Su subconsciente le avisaba dándole señales transformadas en pesadillas, con miles de relojes. Despertó, aún más cansada. Un dolor de cabeza se apoderó de su cerebro, lo que se asemejaba a un partido de tenis entre los dos hemisferios. Un escalofrío invadió el resto del cuerpo, haciendo que las extremidades no dejaran de moverse; temblar, lo llaman. No tenía ni tiempo para arreglarse, o mejorar el despeinado pelo que se le había quedado después de dormir. Sentía tener toneladas como mochila, pero no llevaba nada. A esto lo han llamado conciencia.
Después de lo que parecieron ser 30 horas haciendo cosas, se puso los cascos. De repente, como si se hubiera vuelto a dormir, se sumergió en lo que parecía otro mundo, otro tiempo, otros pensamientos... Se le aclararon las ideas, en definitiva. Bailar también ayudaba. Decidió quitarse la "mochila".
La conciencia había dejado de enseñarle, pesaba mucho, y...tenía mal la espalda.

sábado, 12 de mayo de 2012

pi, pi, pi, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Un millón de ideas apelotonadas discutiendo unas con otras a ver cuál sale. Se dan golpes unas con otras aparentando ser más fuertes, hasta chocan con las paredes.
Pues bien, he sufrido un colapso.

sábado, 5 de mayo de 2012

letras desordenadas en palabras.

Caminaba despacio, sin saber exactamente el recorrido. Cada paso que daba, le ayudaba a dirigir el siguiente, sin saltos ni retrocesos. Cuando estaba segura del paso que daba, el siguiente lo daba más rápido. Se giró, no estaba sola. Estaba rodeada de gente, ¿cómo antes no se había dado cuenta? Había muchísimas personas detrás, y otras tantas por delante. Unos cuantos le daban la mano, le guiaban. No eran muchos, pero le cogían tan fuerte que dolía separarse. De repente, todo cambió. Según la dirección de sus pasos venían unos y se iban otros. Retrocedió. No volvió nadie. Ralentizo pues su ritmo, para que nadie se perdiera. Varios se iban soltando de su mano. ¿Quién se quedó? ¿Quedará alguien al final, si es que el destino del viaje está determinado?

martes, 1 de mayo de 2012

qué felices, qué caras más tristes...

Más allá de las mentes, los pensamientos, los límites, lo cuerdo y lo legal (probablemente). Más allá de lo que esperabas, creías y tenías planeado hacer con tu vida. Simplemente más allá.

 Dicen que la vida da muchas vueltas y que nada es como planeas. Ya. Pero eso no tiene por qué ser malo.